martes, 27 de diciembre de 2016

Balance del año

Hola, compays!
Qué abandonadito está esto, me cachis.
 He querido descansar y disfrutar un poco de las vacaciones antes de acercarme por estos lares. Por primera vez en cinco años, terminamos pronto los exámenes,  ya sabemos las notas (todo aprobado, hurra!!), y no tenemos ningún examen en enero, por lo que tenemos un mes entero de vacaciones de verdad (doble hurra!!).
Sé que no he escrito tanto como el año pasado, porque el curso no me ha dado tiempo para más. Las rotaciones eran más largas, y como ya os comenté, vuelvo a rotar por varias de ellas en el siguiente cuatri. Proximamente os contaré cómo me fue en Endocrino y Derma, pero eso será otro día.

Resultado de imagen de meredith en el aguaQuinto, es un curso muy temido.  Difícil no es la palabra… creo que exigente, extenuante lo describe mejor.  Todo ha ido demasiado rápido, y si echo la vista atrás, a septiembre, todo está borroso, como una nebulosa. No distingo una semana de otra.
 Las clases han sido de mayor calidad que las de otros años, lo que ha hecho que asista más, y saque más partido de cada una de ellas. Las rotaciones, como ya os comenté, no nos han dejado respirar. Simplemente por poner un ejemplo, en cuarto cuando acabábamos la clase de las 9, siempre teníamos un ratito para escaparnos a la cafetería. Y este año solo ha habido un par de ocasiones… (el año pasado no veíamos a los de 5º en la cafetería, y no me he pispado de ello hasta que lo he vivido en mis propias carnes xD).

No es un curso que me apasione. Es más, creo que las únicas prácticas en las que he disfrutado de verdad ha sido en Gine. El año pasado todo era nuevo, y todo era interesante. Sin embargo, este me he tenido que enfrentar con mi antigua enemiga la Endocrino, y descubrir al nuevo: PEDIATRIA.
A pesar de no estar en éxtasis, me encuentro cómoda, con mi pijamita y mis zuecos, paseando por los pasillos del hospital, conociendo cada rincón, e  indicando a los pacientes dónde queda cada servicio que me preguntan, como si llevara allí toda la vida. No he estado viendo cosas que me encantan, pero me ha ayudado a entender cosas que no entendía antes… poco a poco los piezas encajan y todo se hace más fluido.

¿El miedo y el vértigo que me paralizaba? Pues sinceramente, el trajín del día a día no me ha permitido sentir miedo. Encontré una solución a mis “preocupaciones personales” y fue centrarme 100% en sacar el curso. Me impuse yo misma un ritmo de velocidad de crucero, sin permitirme pensar en otras cosas que no fueran biblioteca, clases y prácticas. Y así pasó, que 3 días antes de los exámenes, broté.  Tuve un ataque de  ansiedad, histeria, o como lo queráis llamar…. No sabía lo que me pasaba, había perdido el control de mi cuerpo y de mis emociones y no había forma de calmarme. Salí a la calle a pasear, llorando desconsoladamente, y poco a poco se me fue pasando…. Me asusté mucho, y los días que me quedaban antes de los exámenes me lo tomé con calma, por lo que pudiera pasar... Me consuela saber que todo ese sacrificio mereció la pena y dio resultados.


Resultado de imagen de conseguir los objetivos


Así que el balance de este año, es jodidamente positivo. Tanto por la parte de cuarto como por la de quinto. La segunda mitad de la carrera es maravillosa, así que para aquellos que lean esto y se encuentren en los primeros cursos, de verdad, de verdad de la buena, que hay luz al final del túnel. 


Cada año aumenta la dificultad. Los desafíos son mayores, y nosotros,  también. Así que cada vez nos superamos más y más. Ponemos a prueba nuestras capacidades y el caer solo significa que tienes que hacerte más fuerte para poderte levantar.


Espero que este haya sido un gran año para vosotros, que hayáis podido conseguir vuestras metas, y podido perseguir vuestros sueños.  Que vuestras pequeñas historias del día a día os hayan hecho grandes.

Nos leemos ;)



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