viernes, 25 de agosto de 2017

Reflexiones preMIR: calma, percentiles y otras drogas

Hola!

Que alguien me pellizque. No puedo creer que haya llegado este momento. ESTOY ESCRIBIENDO UNA ENTRADA SOBRE EL MIR ¡AGGGGGHHHH!.

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Vale, ya pasó. Sigamos.

Ya me lo dijeron mis blogeras mayores hace unos años, cuando se presentaron ellas y yo les daba todos los ánimos posibles... y me dijeron: en menos de lo que piensas estarás tu escribiendo una entrada sobre tu día M. ¡Qué razón tenían! Se ha pasado el tiempo volando.

Llevo varios días queriendo escribir esta entrada, pero me daba respeto empezar a escribir sobre el MIR. Es que no me lo creo, básicamente. Plasmarlo por aquí, como tantos otros antes, y hablar de cosas de mayores. Pero en fin vamos a ello.

Lo primero de lo que quería hablaros es de cómo me siento ante todo esto que se me avecina.  Me sorprendí a mí misma al darme cuenta de que no tengo miedo. Que tengo una calma interior que jamás de los jamases habría pensado que tendría ante esta situación. Sin ir más lejos, hace un año estaba aterrada. Veía que se acercaba el final, que no estaba preparada, que todo pasaba demasiado rápido, y eso me paralizaba.  A día de hoy, no es que haya dejado de pensar de la misma forma (sigo pensando que no estoy preparada para ser médico en unos meses, que la carrera se va a terminar antes de lo que me gustaría.....), pero esos pensamientos ya no me angustian. Quiero dejarme llevar, no quiero luchar contra la corriente... Es decir, todos tenemos que pasar por esto,¿no? ¿para qué resistirnos? ¿Para qué gastar fuerzas en frenarnos, en lugar de utilizarlas para darnos más impulso?

Este verano quería hacer un montón de cosas.... Intentar repasar lo irrepasable, prepararme para la ingente cantidad de información que tendremos que asimilar durante estos 17 meses que quedan por delante.... Pero me dí cuenta de que era más importante prepararme psicológicamente.... porque si no estás bien de ánimo, todo lo demás fallará (que es un poco el mensaje que da la academia MIR Asturias, con la que me voy a preparar).
Así que aquí estoy, intentando transmitir un mensaje de calma. El viaje va a ser duro sí, pero no es el viaje más duro que vamos a hacer en nuestra vida. Es duro porque lo hemos elegido, la vida no nos ha forzado a llevar este camino.... Tenemos mucho tiempo para prepararnos e intentar disfrutar mientras podamos.

No quiero pensar que no lo voy a lograr. ¿Por qué no? Después de todo lo que ha costado llegar hasta aquí.... Sigo diciendo que mi peor año académico, de máxima tensión y estrés, fue segundo de bachillerato. Por esa presión de no llegar.... de tener que sacar sobresaliente en todo.... Aún me acuerdo de la Marina de entonces que lloraba por sacar un 8,75 en un examen....Pero eso quedó tan atrás...(ahora lloro de felicidad por sacar un 5 xD).
Pienso que hace cincuenta años, la presencia femenina en las aulas de Medicina era anecdótica, y hoy somos mayoría. Lo que habrán tenido que luchar esas mujeres para que nosotras estemos donde estamos hoy....
Y después de sobrevivir a 5 años de facultad....¿por qué no voy a poder con el último?¿por qué voy a fallar ahora? El gran reto ya está casi cumplido. El hecho de poder haber estudiado la carrera de mis sueños, ya es un logro muy grande. La medicina me gusta. Hay muchas especialidades en las que no me veo ejerciendo.... pero hay muchas otras en las que sí. Que sería feliz en cualquiera de ellas....
Entonces, ¿qué gano devanándome los sesos pensando en tal o cual especialidad? ¿Y si no llego, y si es demasiado?... De verdad, ¿es necesario?¿es beneficioso para mí estar pensando en eso las 24h del día?
Creo que no. Porque esa decisión la tendrá que tomar la Marina de dentro de dos años (si todo sale bien). Y puede que después del último curso y de los duros meses de intensiva preparación, mis preferencias cambien. Hasta no saber el número, no se puede hacer nada. Todo lo anterior es elucubrar...

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Así que, con las preferencias más o menos establecidas, voy a intentar pensar en la especialidad lo menos posible. Quiero disfrutar de este último año, de sacar el máximo partido posible a las prácticas, y lo que tenga que venir, vendrá.

Por todo ello, la última cosa que os quería comentar es lo de los dichosos percentiles.
La idea me trae de cabeza desde el primer momento, y he decidido que no quiero mirarlos. 
En la web de MIR Asturias está esa opción (es más te viene por defecto), y así lo voy a dejar. 
Siguiendo con la misma línea de pensamiento, con quien tengo que competir es conmigo misma. Sí, es una oposición. Pero no veo que el resto de oposicioness, o en selectividad, se mire semana a semana lo que hace el de al lado. Que tendrá su parte positiva, pero estoy segura de que a mí me afectaría más lo negativo que lo positivo.... No descarto la posibilidad de mirarlos según vaya acabando las vueltas.... pero de momento no quiero mirar.
Por otro lado, tampoco creo que vaya a publicar mis resultados. No tengo nada en contra de hacerlos públicos, pero como bien dijo Idiopática el año pasado, al estar expuesto a tanta gente, no todo el mundo se lo puede tomar a bien... Y no tengo ninguna necesidad de crear polémica. Aquí vengo a desahogarme, y que lo que plasmo en estas líneas pueda llegar a servir a alguien en algún momento.

Buena suerte a todos.
Nos leemos ;)

Mi tarta de cumpleaños :)



miércoles, 23 de agosto de 2017

Rotando por Pediatría

Hola!
Con esta entrada acabo ya la serie de  las rotaciones prácticas de quinto. He dejado esta para el final porque fue la más larga (6 semanas). Vamos allá. 

La especialidad
¿Qué tipo de especialidad es? Es una especialidad médica. Aborda toda la patología médica de la población pediátrica. Es decir, hasta los 16 años de edad. Y aunque todos son "niños" no tiene nada que ver uno de 1 mes de vida, otro de 3 años, de 8 o de 15. Por  lo que el abordaje de las patologías dependerá de la edad del paciente.
Sin embargo, no está del todo bien delimitado, o por lo menos a mí me surgieron muchas dudas con respecto a qué tipo de patología abordaba el pediatra o el subespecialista de la especialidad x infantil. Por poner un ejemplo: la psiquiatría, o la oncología. Si quieres ser oncólogo infantil, o psiquiatra infantil tienes que especializarte en oncología o en psiquiatría, y después subespecializarte  para tratar a los pacientes más jóvenes. Tampoco ven la traumatología  a partir de los 3 años, cosa que no comprendo ( ¿que hace un niño sino caerse y darse golpazos?). Está claro que la parte quirúrgica corresponde al trauma, pero no entiendo porque un esguince de un niño de 7 años no lo puede ver un pediatra. Esto simplemente es mi percepción de lo que he podido observar durante las prácticas. Supongo que si eso está hecho así será por algo...

Así que dentro de la especialidad luego cada uno se subespecializa en el resto de médicas que existen para los adultos: cardio, neuro, neumo, infecciosas, hemato, nefro, endocrino, general, digestivo...

Las prácticas
¿Qué hace una estudiante de medicina en un sitio cómo este? Muchas cosas. 
Aunque la especialidad no me llamara mucho la atención he de decir que eran las que mejor organizadas estaban. Pasamos por todo el servicio y después tuvimos un examen práctico que se correspondía a lo que veíamos en prácticas. Así que por esa parte genial.

Estuvimos un total de 6 semanas y había que hacer 5 guardias obligatorias (o hacer un trabajo). Como ya os he dicho, la pediatría no me llama la atención, pero ni loca perdía yo la oportunidad de adquirir experiencia práctica, aunque eso significara sacrificar 5 tardes. Sin duda alguna, las guardias eran donde más aprendíamos.

¿Qué me pareció mal de la organización? Que la docencia dependía de las residentes. Es decir, tú llegabas a planta/urgencias y te pasabas toda la mañana con la residente. Pero luego el parte de asistencia te lo tenía que firmar el adjunto, que a lo mejor no te había visto en toda la mañana. Yo no tuve problemas en ese sentido, pero hubo compañeros que les ponían pegas (¿Cómo sé que has estado aquí toda la mañana?).... y luego claro, como todo, dependía de qué residente te tocaba. Casi todas eran majísimas y aprendías un montón, pero como te tocase la que quería competir con el estudiante.... Te amargaba toda la semana. Y reitero de nuevo, que por suerte en mi hospital esto es la excepción. Había adjuntos súper entregados, comprometidos con su labor y con los niños, residentes super competentes y muy docentes que te trataban como uno más. Que depositaban en nosotros la confianza suficiente como para dejarnos explorar solos a neonatos, escribir notas evolutivas, informes, o pasar pacientes en la consulta de urgencias durante las guardias.... A todos ellos mil gracias por la experiencia.

Grayscale Photography of Baby Holding Finger
Como ya os he comentado, la rotación duró 6 semanas, y 5 guardias. Rotábamos 1 semana por neonatos (maternidad/planta de neonatos), 1 semana por la planta general de pediatría, 1 semana en urgencias, y 3 semanas por las consultas de las distintas especialidades.




De las consultas he de destacar principalmente neuropediatría. Me pareció sin duda la más interesante, tanto que por un momento me plantée hacer pediatría solo por ser neuropediatra xD.
Me gustó porque es la que más interacciona con el niño. Es una consulta en la que hay que ver cómo se mueve, cómo habla, si va alcanzando los hitos del desarrollo... como se relaciona con el entorno en los casos de autismo, como juega con los juguetes.... Vi muchos casos de niños asperger y me parecieron muy entrañables, niños adorables que tienen que sufrir mucho por vivir en la sociedad en la que vivimos...Mucho TDAH.... Demasiado. Me parece que ahora a cualquier niño que va mal en el colegio le llevan sus padres al pediatria por si tiene TDAH....
La otra consulta que me pareció que también interactuaba mucho con el niño fue la de endocrino. En especial la de diabetes.... Ver a niños tan pequeños tener un control tan estricto sobre sus actividades, su alimentación... chapeau por todos ellos.

La semana de neonatos fue donde peor lo pasé. De verdad, son mandrágoras. No me gusta hacer llorar a los niños. Se sabía perfectamente que estábamos pasando planta por los lloros que salían de las habitaciones tras nuestro paso. Me gustó mucho la exploración del neonato, pero no cuando me tocó  hacerla a mí. Os pongo en situación....
 Llegas, el bebé está dormido en los brazos de su madre, y lo primero que tienes que hacer es auscultarle antes de que empiece a llorar. Y te acercas a él como si fuera una bomba a punto de estallar. Si consigues que sus pulmones sigan llenándose a una velocidad normal, es cuando te toca separarlo de la madre (sí, aquí viene ya el lloro) y llevártelo a la mesa/cama para explorarlo. El bichejo empieza a revolverse, no le gusta la situación, no le gustas tú, y si puede, te meará encima. A todo esto bajo la atenta mirada de la madre que sabe que no sabes. Le haces el Moro (una maniobra que consiste en dejar caer al bebe para atrás y ver si suelta los brazos del susto) y, si no estaba llorando ya, ahora es cuando los pulmones suenan en todo su esplendor. 
Tú solo piensas por favor que alguien me quite al niño de las manos, pero tienes que continuar con la exploración...Se retuerce, te pone cara fea.... y sí, te mea encima porque no sabes que hay que cubrirse cuando le quitas el pañal....Después, recoges a la meona bomba de relojería y la devuelves con su madre, sin que se te caiga al suelo.
 Los neonatos me superan.

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Yo, explorando neonatos

Imagen relacionadaLo mejor de todo fueron la planta y las urgencias. En la planta podías seguir la evolución de los niños día a día. Había alguna sonrisa entre tanto llanto, podías entrevistar a algún niño más mayor...
En urgencias, veías un poco de todo, así podías fijar conocimientos de la teoría, y ya de paso ponerte enferma...Semana que me tocaba guardia, semana que me ponía mala. Claro, después de la primera vez, además de los guantes, me puse mascarilla cada vez que me acercaba a un niño, pero les daba todavía más miedo, me la quitaba.... y me lo volvían a pegar. Una y otra vez el ciclo sin fin. 
A pesar de todo esto, la urgencia fue dónde más aprendí durante la rotación y las guardias.

¿y lo peor de todo? LOS PADRES. Una cosa es tratar a un adulto y que no le guste tu abordaje/procedimiento de su patología, y otra muy distinta es aguantar al padre/madre maleducado de turno. Porque lo que está en juego ahí es la salud del niño, que no tiene la culpa de nada. Y que un padre quiera someter a su hijo a una radiografía u otro tipo de prueba invasiva innecesaria.... pues también me supera. Que unos padres te pongan una reclamación o una queja porque no ves en 5 min a su hijo porque le duele el pie, cuando estás tratando a un recién nacido prematuro con un neumotórax, o tratando una cetoacidosis diabética... también me supera. 

¿Qué me llevo de esta rotación?

  • La neuropediatría. Siempre tendrá un rinconcito de mi corazón.
  • Toda la experiencia adquirida en las prácticas. Han depositado mucha confianza en nosotros y nos dejaban hacer muchas cosas.
  • Lo estresante que puede llegar a ser una guardia. Presencié una guardia mala, y me hizo replantearme seriamente lo de elegir una especialidad con guardias.
  • La calidad humana de ciertos adjuntos/residentes. Eran como se supone que tienen que ser los pediatras.... super atentos a sus pacientes, los niños les llamaban "amigos"... Gracias a ellos el mundo es un poco mejor.
¿Futura especialidad? No. Sé que no me debería justificar, pero me da la sensación de que tengo que romper una lanza.
Cuando la gente (ya sea externa a la medicina o no) me pregunta si me gustaría hacer pediatría y contesto que no, que me gustan más los adultos, me miran raro. Y algunos, por el hecho de ser mujer (nótese el machismo) y que no me llame la atención pediatría, como si perteneciese a otro planeta. ¿Qué pasa que no te gustan los niños? Sí, claro que me gustan los niños. Pero no por el hecho de ser mujer significa que me haya metido en medicina para ser pediatra, o ginecóloga. Sí, claro que me gustan los niños, pero no quiero verles sufrir. No quiero hacerles daño. No quiero que lloren cada vez que me ven. No quiero que se me mueran.... No estoy hecha de esa pasta. Seguro que hay cosas muy positivas en esta especialidad, pero para mí no superan todo lo negativo.  
Sí, los niños majos y adorables, son eso, majos y adorables. Los solitarios y "mayores para su edad" me tienen ganada, pero no tengo paciencia con los niños maleducados y gamberretes. Y si ya me cuesta ver a una persona adulta  enferma de verdad, no os quiero contar lo que me duele ver a un niño malito, que tendría toda la vida por delante....

Quizás se deba a que a mí los niños no me trataron bien... que nunca encajé y fui un bichito raro...

No sé.

...Puede ser que la respuesta sea no preguntarse porqué...

adorable, baby, bear





miércoles, 9 de agosto de 2017

Rotando por Ginecología y Obstetricia

Hola!
Aquí viene. Aquí está.
 La esperada. La deseada. La grande. La amada y disfrutada...
Hoy por fin vengo a hablaros de mi paso por... GINECOLOGÍA Y OBSTETRICIA.
La rotación de quinto con mayúsculas.


Tú también te has dado cuenta, ¿no? xD


La especialidad
¿Qué tipo de especialidad es? Es medico-quirúrgica. En realidad, como muchos ya sabéis, son dos especialidades en una. La ginecología se encarga de toda la patología del aparato reproductor femenino, y todos aquellos órganos que lo forman (que son bastantes). Por otro lado, la obstetricia, se encarga de toda la patología del embarazo (tanta, que da para hacer otra especialidad a parte de la ginecología).  Como veis, el estudio de la mujer como paciente da para mucho.

A pesar de acotar los pacientes a la mitad de la población, es una especialidad muy, pero que muy amplia.  Dentro de la parte de ginecología está la parte médica (infecciones, problemas menstruales, sd ovario poliquístico, sangrados no menstruales, planificación familiar, miomas uterinos, endometriosis, enfermedades endocrinas...patología mamaria...), y la parte quirúrgica (a parte de los posibles abordajes quirúrgicos de las patologías anteriormente mencionadas aquí cobra GRAN PROTAGONISMO la patología tumoral), se subdivide a su vez por órganos (mama, cervix, útero...) 
Y de la parte de obstetricia que os voy a contar... A parte del seguimiento del embarazo (ya sea de bajo o alto riesgo) está todo el campo de la reproducción asistida, la consulta de fertilidad...

Demasiado para verlo todo en un año.

Resultado de imagen de utero

Las prácticas
¿Qué hace una estudiante de medicina en un sitio cómo éste? Pues, entre otras cosas, traer niños al mundo :) Creo que es uno de los grandes hitos del estudiante de medicina. Asistir a un parto, es uno de los grandes regalos que ofrece este curso. Pero hicimos muchas cosas más:

Las prácticas duraban 5 semanas y se podían hacer 3 guardias para subir nota. Aunque no eran obligatorias, casi todo el mundo las hacía porque era en éstas dónde más oportunidades tenías para ver partos.

He de decir que, a pesar  de ser las prácticas que más me han gustado, la organización de las mismas dejaba mucho que desear. Creo que son las que peor organizadas estaban. Si bien es cierto que veíamos de todo e íbamos de uno en uno rotando y no por parejas (todo un lujo), cada día estabas en un sitio distinto, te tenías que presentar, no sabías la dinámica de la consulta, y al día siguiente estabas en otra distinta.... Creo que se podría aprovechar más si tuviésemos 1 semana seguida de cada cosa (1 semana consulta de gine, 1-2 semanas por las distintas consultas de obstetricia, 1 semana paritorio-quirófano, 1 semana urgencias-planta).
Sin embargo, un día estábamos en urgencias, al siguiente quirófano, al siguiente consulta de eco del 2º trimestre, al siguiente consulta general de gine.... Un caos.

Sin embargo, eso no hizo que no alucinara cada día con las prácticas. 
Resultado de imagen de ecografia segundo trimestreMe encantaron las ecos de obstetricia. Las mejores son las del 2º trimestre, porque es cuando más formadito está y se puede ir viendo bien por aparatos.... Iba haciendo recuento de los niños y niñas que iba adivinando el sexo... (nunca lo decía en alto por si me equivocaba y decía lo contrario xD). Y me encantó ver a esos padres ilusionados, viendo a sus bebés, sus caritas, sus manitas.... Había adjuntos que no se lo explicaban bien, pero otros, sin embargo... qué maravilla! Primero hacían su trabajo y tomaban las medidas y hablaban con sus tecnicismos, y después les iban enseñando las partes más reconocibles, y lo que les interesa a todos que es saber el sexo del bebé....
También estuve en las consultas de seguimiento, en las que se ven las analíticas y que todo vaya bien. Y había como una especie de sonar para escuchar el latido fetal... Me temblaban las manos cada vez que me dejaban tocar una tripa...

En las consultas de gine se aprende un montón, aunque son un poco sota, caballo y rey. Pero en todas se hacía una exploración ginecológica completa, y una  eco (que podía ser vaginal o abdominal, dependiendo de la patología). Por lo que es una consulta muy agradecida para el estudiante porque se ven muchos procedimientos a la vez (exploración, ecografía, toma de biopsias, excisión de pólipos vaginales, colocación de un DIU...) y ya si te dejan hacerlos....Una pasada ( yo no pude hacer todo lo que os he contado, pero tengo compañeros que sí).
Las urgencias también son muy intensas, y se mezclaban las dos especialidades. Aquí es dónde pude ver abortos, embarazos ectópicos... mucho drama y mucha demanda asistencial. Aquí ves porqué es tan dura de ejercer la especialidad.... 
En el quirófano por fín pude ver una operación de cáncer de  mama (espectacular, es una cirugía preciosa, no os la perdáis si tenéis oportunidad de verla).

Me está quedando una entrada muy desorganizada... pero es que fueron tantas cosas... tantas historias....

Lo mejor de todo fueron las guardias. Es en esta especialidad dónde las películas y las series cobran vida... Dos de las veces que acudí a urgencias a buscar a la residente tuve que salir corriendo detrás de ella porque la llamaban al busca de paritorio.... Así que sí, en gine hay que correr, hay que cambiarse de pijama muy rápido, y hay que estar listo en todo momento para lo peor.... Adrenalina pura y dura, que como estudiante está genial, pero no sé si con 50 años sentará igual de bien....

Me he dejado muchas cosas en el tintero. No me da la entrada para contar todo lo que me gustaría contar...

¿Qué me llevo de esta rotación?
  • Las mejores semanas de quinto. De verdad, esas semanas iba en una nube. Dando saltitos por los pasillos hacia la consulta que me tocara ese día....
  • La intensidad, la adrenalina que se vive en esta especialidad. 
  • Los residentes que conocí, que me trataron  con cercanía, dejándome hacer un montón de cosas, explicándome todos los casos...
  • Todo el carrusel de emociones y sentimientos encontrados.
  • Que esta es una especialidad donde la muerte está muy presente y hay que correr mucho para evitarla.
  • Que los estudiantes no podemos hacerlo todo. Eran unas prácticas muy íntimas, y a veces, prefería ver a hacer, porque no quería hacer daño a nadie con mi inexperiencia. Siempre habrá una primera vez....pero ha habido momentos en los que no me sentía preparada para realizar determinadas exploraciones.
¿Futura especialidad? ay, gine.  Ha sido el fruto de mis desvelos de todo este año. No sé si está delante de digestivo o a la par... Me ha hecho vivir cosas muy intensas pero no sé si valgo para toda esa intensidad... la parte quirúrgica me echa para atrás... y me han comentado que sí no te gusta la cirugía, es mejor no hacer esta especialidad. Pero a mi no me disgusta la cirugía... solo que no creo que se me dé  bien.... Pero la obstetricia es tan bonita...
Estoy en una encrucijada.



Y me dejo para el final  mi primer parto:

Ese día me tocaba paritorio, ¡por fín!. Pero tuve la mala suerte de que ninguna mujer dilató lo suficiente para entrar en paritorio.... Todas las salas de dilatación llenas, y ninguna de ellas se puso de parto en toda la mañana. Y me dije " yo no me voy de aquí hoy sin ver un parto". Así que me bajé a clase (ya me había saltado una por prolongar un poco más la mañana), comí rápidamente y me quedé de guardia esa tarde ( la cuarta ya que hacía). Pasé toda la tarde con las matronas. No quise ir con las ginecólogas a urgencias, no vaya a ser que tuviera la mala suerte de irme y que se pusieran de parto. Así que tuve la suerte de poder ver cómo trabajan estas profesionales (2º momento del año que pensé que debería haber estudiado enfermería y no medicina).... y finalmente, a las ocho de la noche, por fin, una mujer había dilatado 10 cm. Llevaba medias de compresión porque tenía muchas varices (cada pierna suya era como dos mías... y yo ya tengo bastante jamón). Por suerte no era primípara, y la matrona me dijo que iba a ser rápido. Parto eutócico, sin instrumentos, sin necesidad de que venga un ginecólogo. 
Ahí estábamos. Una sala llena de mujeres ayudando a otra a dar a luz a su bebé. Tan simple como eso. Un acto que se lleva repitiendo día tras día desde que el mundo es mundo. Llegó un momento en que todas las máquinas y todos los aparatos sobraban.... Me pareció tan puro, tan arcaico... La matrona sabía cuando venía la contracción porque palpaba la tripa de la parturienta....no por el tocógrafo. Estaban conectadas. La una confiaba en la otra.

 Como la bebota era un poco grande (casi macrosómica), hacía falta subir las piernas de la madre con cada contracción, para aumentar el diámetro y que así pudiera salir mejor... Y ese fue mi cometido. Levantarle las piernas y empujar hacia arriba, porque la mujer no podía sujetárselas a si misma (ni le quedaban fuerzas para tirar de ellas hacia arriba...).
Ahí estaba, empujando en cada contracción, cogiendo aire cuando la madre cogía aire... Pensaba para mí misma Marina, deja de hacer el tonto que te vas a marear en medio del paritorio, pero no lo podía evitar y yo cogía aire y empujaba cada vez que la matrona lo ordenaba, aunque no se dirigiera a mí. 
Finalmente, la bebota fue saliendo. Primero la cabecita. Un hombro, y después el otro. Con él vino el resto del cuerpo, y la niña ya estaba en los brazos de su madre, encontrándose después de tantos meses de espera. 
Y no, no pude evitar llorar. La alegría se desbordaba por mis mejillas... un subidón de adrenalina por todo mi organismo...En ese momento me sentía infinita, imparable, atemporal... Había una personita más con nosotros...
La llamaron Malak, que significa ángel caído del cielo...

Había ayudado a traer a un ángel al mundo.... :)

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martes, 1 de agosto de 2017

Rotando por Traumatología

Hola!
Nuevo mes, nueva entrada :)
Continuo con las entradas de las rotaciones y hoy vengo a hablaros de mi paso por Traumatología.
En total fueron 4 semanas y 2 guardias. Vamos a ello.

La especialidad
¿Qué tipo de especialidad es? Quirúrgica. Pero quirúrgica, quirúrgica. Es más, algunos de ellos se  llaman así mismos operadores, porque lo que les interesa es operar. No cut, no party.
La traumatología se dedica a tratar quirurgicamente los problemas del aparato locomotor. Es decir, huesos, músculos, articulaciones.... y nervios. La patología puede ser muy distinta, por lo que hay grupos de pacientes muy variados, y de ambos extremos (deportistas, personas sedentarias, jóvenes, ancianos...). Y el rango de gravedad es muy variable, por lo que hay casos de extrema dificultad (politraumatismos, tumores) y casos banales que no requieren intervención quirúrgica (lumbalgias, dolores deportivos, esguinces...).

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Las prácticas
¿Qué hace una estudiante de medicina en un sitio como este? Aprender y mucho.
Las cuatro semanas estaban distribuidas de la siguiente forma: 8 días de quirófano, 8 días de consulta y 4 días de planta. En las dos guardias obligatorias nos quedábamos en Urgencias todo el turno de tarde (hasta las 9-10 de la noche).

El quirófano me pareció muy variado. El servicio estaba dividido en varios equipos para repartirse las distintas patologías. Así que había un equipo de mano/miembro superior,columna,  otro de pie, otro de prótesis, otro de artroscopia... Por lo que pude ver operaciones muy diversas: ver poner una prótesis de rodilla, varias técnicas diferentes para operar el hallux valgus, un neuroma de Morton, una rizartrosis, síndrome del tunel del carpo, fracturas de radio, un par de artroscopias de rodilla, una operación de urgencia por una fractura de cadera.... Y qué os voy a contar de la carpintería que tienen allí montada... Lo que me parece alucinante es lo medido que está todo, la cantidad de aparataje que hay que usar durante este tipo de operaciones, y que a alguien se la haya ocurrido todo eso (aplauso por aquí a los ingenieros biomédicos o quien quiera que haga todos esos cachivaches).
También que son cirugías en las que hay que ponerse doble guante, y es un quirófano que pone aún más énfasis si cabe en hacer una correcta antiasepsia, para que no se cuele ningún bicho y la líe parda.

La planta fue quizás la parte menos interesante. Cuando estuve por allí había pocos pacientes y casi todos tenían lo mismo. La mayoría de las operaciones de trauma trabajan con un manguito de isquemia, para que al cortar el hueso éste no sangre mucho durante la operación. Pero después, sangra mucho y por eso los pacientes portan un drenaje postquirúrgico. Esa sangre se puede reutilizar para el mismo paciente y sirve para medir el progreso del paciente en su recuperación. 
Lo interesante de esta semana fue un paciente con tuberculosis osea (súper interesante), y que nos dejaron hacer informes de alta, por ser "estudiantes de 5º de medicina", cosa que a los de tercero que rotaban con nosotros no les dejaron. Como veis, está muy jerarquizado y cada uno tiene su papel.

Las consultas para mí, fueron lo más interesante y dónde pude exprimir bien la rotación. Me encontraba más cómoda que en el quirófano y me dejaron explorar un montón de pacientes con diversas patologías. Estas consultas a su vez, están divididas por los equipos mencionados anteriormente (mano, pie, artroplastia, artroscopia, columna, general, infantil...). De aquí me llevo aprender a explorar las principales articulaciones (cadera, rodilla, hombro), las desviaciones de columna, las alteraciones del pie, síndrome del túnel del carpo... Y ver muchas radiografías de músculo-esquelético, para ir haciendo ojo.

¿Y como fueron las guardias? pues muy intensas. Como ya os he dicho, nos hacían quedarnos hasta que terminara el turno de tarde. La urgencia de trauma ya la conocía de mis rotaciones de verano, pero por la tarde es muy intenso. Además una de ellas coincidió con un accidente de un autobús escolar, y ese día vimos muchas cosas. También, como he comentado antes, pudimos subir a quirófano a ver cómo operaban una fractura de cadera. Aquí, especial mención a los residentes, que todos fueron muy amables en aguantarnos y dedicarnos unos minutos entre tanto caos para explicarnos los casos.... Poder estudiar en un hospital en el que están pendientes de ti, que hay buen compañerismo, y que lejos de verte como un estorbo, intentan enseñarte... es un lujo, la verdad. Y promueve una dinámica de trabajo que se transmite de promoción en promoción...  Trata bien a la gente, y la gente te tratará bien.

Por último, hablar sobre la personalidad de los traumatólogos/as.  Creo que son los médicos que mejores personas son. No sé si será cosa del servicio del hospital, o es así en general, pero me han parecido los médicos que menos creído se lo tienen. Son conscientes de sus limitaciones con respecto a otras ramas de la medicina. Y no es que sean limitaciones, simplemente que ellos se dedican a algo muy específico y entienden que no pueden saber de todo y necesitan la colaboración de los demás especialistas. Pero todo ello con una naturalidad, sin creerse más que el de al lado, sin utilizar tecnicismos que el otro no entienda.... Si empezaran a hablarnos de todos sus utensilios de quirófano, sus técnicas, sus clasificaciones.... No se enteraría nadie. Y ellos saben todo eso, pero no necesitan ir pregonándolo por ahí.
He conocido a gente muy campechana, muy natural, que se muestra tal y como es y que es feliz haciendo lo que hace, y eso no lo pueden decir todos las especialistas.

Así que poned un traumatólog@ en vuestra vida, que seguro que será buena gente jajajaja.


¿Qué me llevo de esta rotación?

  • Poder explorar el aparato locomotor. Algo que me parece básico, pues siempre te van a poder hacer una consulta por este tema.
  • Que no me desagrada la cacharrería de esta especialidad. Esperaba que me diera cosa ver perforar los huesos y tal, pero no. 
  • Me gusta mucho la parte médica. Es decir, los esguinces, las escayolas, los vendajes, los puntos... Y casi todo eso lo hace enfermería (primer momento del año que pensé que debería haber hecho enfermería en lugar de medicina xD). La exploración de las lumbalgias, y ver el recorrido del nervio afectado...el hombro doloroso...
  • La calidad humana de los profesionales, tanto residentes como adjuntos.
  • Que no todo es medicina. Ahora nos parece vital, pero dentro de unos años, solo es un trabajo.
¿Futura especialidad?  No la descarto. Está dentro de mi top 10.  Me encuentro más cómoda dentro de las médicas, pero las quirúrgicas no me desagradan. He ahí el problema. Me veo un poco torpe, y creo que me costaría adquirir la destreza manual que requieren las quirúrgicas... aunque se supone que todo el mundo parte desde el mismo punto, ¿no?
En fin, este dilema me lo dejo para mis desvelos.... Porque la noche es oscura, y alberga horrores :)

Salter-Harris Fractures



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