jueves, 31 de enero de 2019

A 48h del MIR: Bassai dai

Henos aquí.
Igual que en las grandes historias, señor Frodo.
Al borde del abismo. Al filo de la incertidumbre. A escasas horas de encontrarnos con nuestro destino. Nunca hemos estado tan cerca como ahora... 

Son horas aciagas, lejanas, en las que vivimos como en un sueño. 
No parece real, pero aquí estamos. Al fin hemos llegado.

Hoy vengo a haceros fuertes. A sacar al Residente que lleváis dentro.
Que el mensaje plasmado en estas líneas os dé el subidón de energía para que os enfrentéis al MIR con los dientes apretados, a la carga, a la ofensiva. 
Que tiemble el maldito cuadernillo solo con veros.
Para ello, tengo que explicar brevemente el título de esta entrada. 

Yo hacía karate de pequeña, antes de que la medicina devorara mis horas libres.
El título de la entrada es el nombre de mi kata favorito. Las katas son como una especie de baile, una coreografía. Os he puesto un vídeo para que lo veáis. Solo me interesan los primeros movimientos. El primer golpe.



No es una kata que se realice con frecuencia en la alta competición. No luce tanto como otros, y es difícil de realizar. Por ese primer golpe. Para realizarlo a la perfección debes gritar a pleno pulmón Bassai dai, unir las manos en un puño y flexionar las rodillas. Coger aire, y soltar a la vez que sueltas el resto del cuerpo. Y ahí te desestabilizas
Si vas con demasiada fuerza, te caes. Si no vas con la suficiente, te queda un burruño. Da igual como hagas el resto, porque todo se remonta a ese primer movimiento.

¿Como te enfrentas a algo así?¿Cómo entrenas para algo tan cambiante? Mil veces puedes hacer ese golpe, y llega el día del campeonato y la cagas. Porque te moviste un poco más, porque el puño se te fue a Cuenca. Porque no apoyaste bien el tobillo y no pudiste girar...

Como véis, hay muchas cosas en esta vida que no se pueden controlar, aún habiendo entrenado, aun habiendo practicado mil veces.
Al final, solo cuenta la última.

Y porqué coño me cuentas esto, Marina. Me estas poniendo más nerviosa.

Ya, espera... 
Lo que quiero transmitir con esta metáfora es todo lo que viene antes de ese primer golpe.
Las incontables horas que has estado entrenando. El dolor físico y mental que te ha producido el entrenamiento. El momento que decidiste preparar esto y no otra cosa. Lo que hemos perdido y encontrado por el camino. Las cicatrices, las ampollas, las durezas... pero también la fuerza, la agilidad,la maestría... Hasta que lo hemos hecho nuestro.

Que pienses por un momento en cada decisión, en cada camino que has tomado en los últimos años que te han llevado hasta aquí, hasta este preciso instante. Alguno de ellos al principio no te parecía correcto, o no era el que esperabas... Pero aquí estás. Cada lágrima, cada suspenso, cada piedrecita, por pequeña que fuera, te ha traído hasta aquí y ha hecho de ti lo que eres hoy.

Pero esto no te debe sonar a nuevo. Ya ha habido otras batallas. Hace mucho. Y venciste. Por eso estás aquí leyendo esto. Eres mas fuerte, tienes más conocimiento y mas rodaje que por aquel entonces. El viaje te ha curtido y te ha cambiado.
Ahora mismo eres tu mejor versión. Nunca has sido tan bueno como hoy. Nunca te has preparado tanto para algo.

y aun así, ahí sigue viva esa pequeña vocecita que te dice que todavía puedes fallar.
Que siempre puede ir a peor. Que te puedes caer, y que puede doler demasiado...

¿Crees que esa voz te va a levantar?¿Qué te va a lamer las heridas?
No, porque es fruto de tu inseguridad, de tu autoexigencia. 
Viene con el pack de ser un obseso del control.

No es el momento de escuchar voces. 
No es el momento de mirar la última página para averiguar el final.
Ha llegado la hora de hacer. De salir a ganar nuestra recompensa. 
Ha llegado la hora de que el sueño se convierta en realidad. 

Parafraseando a G.R.R. Martin, mata al opositor MIR y que nazca el Residente.
Porque según J.K. Rowling uno de los dos deberá morir a manos del otro, pues ninguno de los dos podrá vivir mientras el otro siga con vida...


Ha llegado la hora de que creas en ti, en tu esfuerzo, en tu capacidad de lograrlo. 
Para dar ese primer golpe con todo lo que tengas. Tienes que echar el resto. 
No puede quedar nada. no va a haber otra oportunidad. Solo cuenta una vez.

Grita fuerte las palabras. Infúndete coraje.

Une tus manos, reúne todo el conocimiento en un puño y cierrálo con fuerza.

Flexiona por un instante las rodillas, para darte el impulso de tu vida.

Coge aire, respira, cierra los ojos para encontrar tu valor...
                                                             Déjale que te invada, que te domine, y cuando los abras...



Suéltate.

Golpea.

Vence.


Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...