domingo, 9 de diciembre de 2018

El sitio de mi recreo

Aquí estoy. 
Muchas semanas después de la última vez. Volviendo a la superficie.
Resurgiendo de mis cenizas.
Llevaba semanas pensando en volver a escribir, en volver a este rinconcito mío, al que fue durante muchos años el sitio de mi recreo. Al lugar en el que podía hablar sin tapujos y compartir mi versión, mi perspectiva, con gente anónima al otro lado de las teclas y conectar, compartir este viaje tan bonito y a la vez sacrificado.
Dejé de escribir porque había gente que utilizaba esto para dañarme. Porque perdí gran parte del feedback, porque daba y no recibía.
En mi vida me han quitado muchas cosas, he cedido en muchos aspectos, algunos para bien... Y últimamente me ronda por la cabeza la idea de que nadie me va a quitar esto, este sitio de mi recreo, este rincón que me ha ayudado tanto a seguir, a crecer...
Recordar lo terapéutico que puede llegar a ser plasmar tus pensamientos en un trozo de papel y sentirte mejor después de soltar todo lo que llevas dentro.

Hoy vuelvo por los que siempre han estado. Hoy vuelvo por mí. Por la Marina que comenzó esto ilusionada. Hoy vuelvo para buscar un poco de alivio, para coger aire y seguir. Para dar ánimos y fuerzas a los que se lo merecen.

Y al que le pique, que se rasque.

Volviendo a la idea de que me han quitado muchas cosas...
No soy capaz de escuchar música. Solo escucho música cuando estoy triste, o cuando me quiero animar porque estoy triste.
Si pongo todas esas canciones motivadoras en Twitter no es porque vaya a tope, es porque lo estoy pasando mal e intento animarme. Lo comparto por si hay alguno que esté igual y se pueda beneficiar... por si con esa tontería consigo animar la tarde de estudio a alguien.

Hay grupos de música que me gustan... pero siempre prefiero un libro para entretenerme. O una película. Pero no puedo pasarme horas escuchando música porque me duele mucho.
Aún después de tantos años...
No sé cuántas veces habré escuchado esta canción de Antonio Vega. 
Es tan triste pero a la vez me trae tanta paz... Tan lírica, tan hermosa....
y hoy la escucho en bucle mientras escribo estas palabras. Desbordando la tensión por los ojos, aliviándome, vaciándome...

Esto solo es el preludio de la entrada. 
Te invito a que sigas leyendo, a que te dejes llevar por la canción... Te invito al sitio de mi recreo.



Donde nos llevó la imaginación, donde con los ojos cerrados se divisan infinitos campos...

Puede que un día cualquiera de la semana lo veamos muy negro. Ahora estamos perdidos en el océano. Solo vemos agua. Oteamos el horizonte en busca de cualquier vestigio de tierra firme... algo que nos sustente, un lugar donde podamos pisar sin tambalearnos. Llevamos tanto tiempo de viaje que no nos acordamos de la ilusión que nos hizo prepararnos para el mismo. De cómo contábamos los días para estar aquí, para ser lo que somos, para convertirnos en lo que seremos en seis meses.... Nunca hemos estado tan cerca como ahora, y sin embargo, todo se nos antoja lejano, imposible, inalcanzable...

Pero es que la vida en alta mar es muy dura.
Muchas horas bajo un sol que no da tregua, que eterniza las horas... y un silencio vital que atormenta nuestra mente, que la enloquece y la vuelve en nuestra contra, porque se aburre y no tiene otra cosa que hacer. Porque nuestro cerebro, acostumbrado a ir a mil por hora, solo tiene una cosa de la que ocuparse. Porque el tedio y la rutina pueden con cualquiera.

Sin embargo, hoy te pido que hagas un ejercicio titánico, hoy te pido que te subas al mástil del barco y que mires hacia atrás... 
Que te acuerdes del día que conseguiste entrar, del primer día de la carrera, del primer examen, del primer paciente.... y de todos los sentimientos y emociones que acompañan a esos recuerdos. Seguro que la mayoría son buenos, alguno quizás esté entre los mejores momentos de tu vida. Otros, te parecieron imposibles entonces, y ahora con la lejanía te ríes al recordar tu inexperiencia.
Al fin y al cabo se trata de eso, de experiencia. Y nadie nace sabiendo. Son las caídas, las derrotas, los errores y las desilusiones lo que nos hace aprender. Lo que nos hace avanzar y estar hoy aquí, navegando, con nuevas habilidades, con más recursos y con más fuerza.
Si no, la primera ola nos habría tirado y nos habríamos quedado en casa.

¿Te cuento un secreto?
Ahora mismo, en otro mar, mucho más bravo, más hostil, y más profundo, está tu siguiente versión. Es mucho más fuerte que tú, pero también la etapa es mucho más dura. Y para coger fuerzas para enfrentarse a ella te está mirando a ti por el catalejo. Está recordando este viaje, llenándose de energía con los buenos momentos y riéndose de los malos.

Porque todo pasa y todo llega.

Volveré a ese lugar donde nací.

De sol espiga y deseo...

Segunda parte del ejercicio. Antes te pedí que miraras atrás, que cogieras fuerzas, que vieras que ya has estado en otras situaciones donde lo dabas todo por perdido y has salido de ellas.
Que has ido de derrota en derrota hasta que has conseguido ganar.
Ahora te pido que lleves el catalejo hacia delante... A ese lugar que tanto miedo nos da mirar.
Es solo agua.
Tú te imaginas que te esperan los monstruos del averno, el diluvio universal, olas tan inmensas que cubrirán el sol y te dejarán en las tinieblas más oscuras...
Pero es solo agua.
Piensa en esa tierra firme, ese olor a hierba recién cortada... Esa paz y sosiego que te invade al saber que has llegado, que se terminó esa parte del viaje. Ese cansancio que tienen tus pulmones después del último tramo, cómo poco a poco recobran el aliento porque saben que ya se acabó...

Y tú me dirás ya, Marina, pero solo es agua. Ahora no hay tierra, ni hierba, mis pulmones no pueden más y todavía queda, no un trecho cualquiera sino el peor, por recorrer.
, pero soñar es viajar a un mundo al que anhelas ir.
Sí es duro, a veces insoportable, pero como ya te he dicho otras veces peor sería no estar aquí.
Pregúntale al que no puede presentarse este año porque tiene una asignatura enquistada, o TFG.
Pregúntale al que se quedó por el camino.
Pregúntale al que no entró en Medicina.
¿Te cambiarías por alguno de ellos?

Ahí tienes tu respuesta. 
Todo camino tiene sus subidas y bajadas. Sus vistas espectaculares y sus momentos de tránsito. 
Este es uno de los últimos. Es un trance. Es un medio para llegar a un fin.
 Y en este caso está totalmente justificado.


De nieve, huracán y abismos...

Aguanta un poco más. Ya casi lo tienes.
¿Cuántas veces habéis escuchado estas palabras durante estos últimos meses?
Y qué poco nos consuelan. Porque no nos las creemos. Porque están vacías. Porque es una frase hecha a la que se recurre cuando no se sabe qué decir.
Tienes razón. Queda lo peor. Y ahora son más los días malos que los buenos.
Al fin y al cabo, nos jugamos el esfuerzo de todos estos meses, de todos estos años, en 5 horas. En 225 preguntas. 
No es justo. Pero hay incontables cosas en esta vida, y la menor es esta, que no son justas.
Y escapa a nuestro control. Nosotros, tan perfectitos, tan rectos, tan disciplinados queremos controlar todas las variables que puedan influir ese día. Y no se puede. Repito, no se puede.
Hay muchas cosas que no dependen de nosotros. La vida cambia, gira y vuelve a cambiar.
Solo podemos controlar nuestra actitud frente al cambio. Y la palabra controlar sigue siendo errónea. Solo podemos moldearnos, adaptarnos a las nuevas reglas del juego. 
Nuestro esfuerzo, nuestra dedicación, nuestra voluntad de querer mejorar las cosas...
Aunque haya días que todo salga mal, que tengamos todo el mundo en nuestra contra, aunque parezca que nuestro esfuerzo no valga una mierda... 
Solo nos queda tener fe, en nosotros, en nuestro esfuerzo, en que estamos dando todo lo que tenemos, todo lo que somos capaces. Algún día, habrá merecido la pena. Y ese día está más cerca de lo que crees. Tú sigues viendo agua, pero la tierra ya está aquí.

Y las fuerzas flaquean. Lo sé. Yo también lo siento. Yo también estoy harta. Yo tampoco me aguanto a mi mísma. Yo también dudo y me fustigo por dudar. Me canso antes, me irrito antes, y gruño a cualquiera que se atreva a preguntar.

Y no pasa nada. Es parte del camino. tenemos que aceptar la parte negativa. La otra cara de la moneda. No hay una sin la otra. Las dos se complementan.
Disfruta de los días buenos, porque sabes que vendrán malos después. 
Y aguanta en los días peores, porque también sabes que lo mejor aún está por llegar.


Silencio brisa y cordura, dan aliento a mi locura...

Ya se terminó el ejercicio. Espero que te haya ayudado. 
Espero que hayas creído un poco más en tí, en nosotros. Sabes que cualquier día que te sientas mal puedes volver a pasarte por aquí y leerlo de nuevo.
Ahora solo me queda dar las gracias.
A los que están ahí siempre. A los que aguantan a mi monstruo interno.
Pero sobre todo a la que me ha tendido una mano siempre que he tropezado, a la que me ha sacado de los pozos más profundos, a la que ha creído en mí cuando yo no creía en nadie.
A mi otra M. Mi compañera de viaje. 
Porque este tramo, aunque duro y doloroso, se ha hecho infinitamente más ameno a tu lado.
Porque al final, a pesar de todo, con los años será un bonito recuerdo ;)


Hay nieve hay fuego hay deseo, allí donde me recreo...

Me despido, cómo no podría ser de otra forma, con una frase de Harry Potter. 
Nos leeremos, una vez más, antes de que todo esto acabe.

“El mundo no se divide en gente buena y mala; todos tenemos luz y oscuridad dentro de nosotros. Lo que importa es la parte a la que obedecemos, eso es lo que realmente somos”.


Sirius Black, Harry Potter y la Orden del Fénix.

5 comentarios:

  1. Gracias Marina por la entrada.
    Saludos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias por pasarte y compartir la entrada, José María!
      Un saludo.

      Eliminar
  2. Gracias por volver a escribir, a mí me gustan y echo de menos que nadie haga entradas de esta preparación MIR19.

    Cada vez se hace más duro pero por lo menos ya se empieza a ver la luz al final del túnel (yo así me consuelo).

    Espero que vaya todo muy bien y me desagrada terriblemente toda esa gente que usa esto para causar daño. Lo he visto en más opositores que comparten su preparación, parece que siempre hay alguno dispuesto a fastidiar así porque sí (esa gente está amargada y debe ser su forma de sentirse superior).
    Mucho ánimo!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchísimas gracias por tu comentario.
      Me alegra que os sirvan y os gusten mis entradas.
      Por comentarios como este todo lo malo de tener un blog hace que merezca la pena.
      No sé si podré escribir mas el tiempo que queda.
      Tengo claro que quiero hacer una antes del examen, que la llevo preparando en mi cabeza mucho tiempo :).
      Gracias por el apoyo, espero que vaya igual de bien y muchísimo ánimo y fuerza para este tramo final!!

      Eliminar
  3. No sabía nada... voy tan liada que ni me he parado en vosotras.
    Nunca publicité mi blog entre compañeros por miedo a lo que pudiera pasar. Y luego tuve que hacer un intento de anonimato. Y luego el tiempo ha dejado paso al silencio.

    No es por amargarte la existencia... es que la vida es así... Uno cree que toda la lucha termina con el MIR... pero no... jajaja
    Y yo a veces, cuando me siento hundida, tengo que recordarme eso... que lo importante es estar. Que mucha gente no pudo ni entrar en la carrera. Ni hacer la especialidad que quería inicialmente (aunque nunca sabes dónde te lleva la vida) ni cosas así...
    Eso sí... el día de la elección de plaza sigue siendo uno de los más felices de mi vida...
    Mucho ánimo.
    Contacta conmigo por privado si te hace falta para algo.

    ResponderEliminar

¡No seas tímid@ y aporta tu pequeño granito de arena a este blog!

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...